Artículo fotografia revista AranNau.com – Contrastes de Otoño
Dejamos atrás los meses más calurosos del año y la naturaleza empieza a cambiar sus “vestidos de verano, de colores verdes”, por colores más calidos “amarillos, rojos y marrones”, del otoño. Inició el 23 de Setiembre de 2010. Esta estación del año, facilita realizar bonitas fotografías de naturaleza y paisajes, espacios que en la Val d’Aran, podemos encontrar a menos de 10 minutos de casa.
En anteriores artículos he citado, que una buena hora para realizar fotografías es en la salida y antes de la puesta del sol. A estas horas, el ángulo de incidencia de la luz solar, hace que resalten las tonalidades amarillas y rojizas de las hojas de los árboles.
Combinar varias tonalidades de colores, en una misma composición, facilita la muestra de variedad de especies vegetales, dando profundidad a la fotografía. Es importante colocar los aspectos y colores que queremos resaltar, ocupando un mayor espacio en el contexto de la imagen. No olvidemos hacer primeros planos de cosas, que queremos resaltar los detalles (también llamado en lenguaje fotográfico, Modo Macro).
Toma tu tiempo para realizar varias fotografías, de una misma composición, des de diferentes ángulos. Quedarse solo, con la clásica fotografía desde el punto de vista que tienes cuando te encuentras de pie, seria como hacer fotografías por hacer… Levante, agáchate, gira ligeramente la cámara, tírate al suelo, sube en un sitio que te permita tener una visión más elevada, ayudará a generar un interés mayor por la fotografías realizada. En cada fotografía que se realiza, piensa en sacar la esencia del otoño a través de la mirada de cada uno.
Una gran ayuda para facilitar la composición de fotografías en esta época del año, es el agua. Los árboles y hojas, junta a fuentes, ríos, lagos y charcos, nos ayudarán a realizar instantáneas todavía más bellas. Los reflejos que surgen sobre el agua, aportan una fuerza espectacular.
En el caso que dispongamos de un filtro polarizador, cristal “oscuro” que se enrosca delante del objetivo de las cámaras réflex, nos facilitará realzar el colorido de las plantas y nubes del cielo.
Con la disminución de las horas solares, aumenta la posibilidad de encontrarse en situaciones en que la falta de luz, provoque que nuestras fotografías nos queden movidas por la falta de estabilidad. Esto esta provocado por ligeros temblores, al sostener la cámara a la hora de disparar. Apoyarse sobre una superficie estática o sacar de la bolsa esos magníficos trípodes que seguramente habremos adquirido cuando compraste la cámara, este ayudará a conseguir instantáneas más nítidas, en situaciones de intensidad de luces bajas.
Creo que no debemos descuidar la fotografía de la fauna, que en otoño permite ver bandadas de pájaros emprendiendo sus vuelos de migración o descansando sobre tejados y cables de electricidad. Ardillas y marmotas apresurando sus labores, en los últimos días de buen tiempo. Quizá sea más difícil fotografiar los animales dentro de su hábitat natural, pero llevar siempre la cámara preparada para, enfocar y disparar, nos facilitará obtener fotografías inesperadas.
Y para finalizar recordar que aunque sea lo más costoso, ¡busca la originalidad! En ocasiones tendemos a realizar fotografías que ya hemos visto, por lo que debemos exigirnos a buscar nuevos ángulos, perspectivas y encuadres, para aportar el toque original y creativo, mostrando el estilo propio de cada uno.
“No hay nada peor que una imagen brillante de un concepto borroso” ADAMS, Ansel.
Artículo publicado en la revista AranNau.