Madeira destinación turística para bicicleta de enduro

Cuando le ganas una hora al día, es algo bonito para mi al ver en el reloj que tienes una hora más, para hacer cosas, llámame loco. Cuando inicias un viaje, quieres disponer del máximo de tiempo para ti, es lo bonito de volar hacia el oeste. Lisboa tiene una luz especial al igual que Tarifa o A Coruña. Y continuó más al oeste, para un proyecto personal, tal vez unas vacaciones, tal vez poner el modo avión en mi día a día en mi forma de vida, como fotógrafo y videografo. 

Así ha sido Madeira para mi, vacaciones, modo avión, bicicleta de enduro. Madeira dividida en dos parte (costa sur y costa norte) ha sido una isla desconocida para mi, con un vegetación tipo selva que va desde el mar hasta las cimas de sus montañas de origen volcánico,  donde los túneles te permiten ir de un lado al otro de la isla de forma rápida, son la gran característica de una una isla que apenas aparecía en mi mapa del mundo. 

Poco más de diez días a mediados de octubre donde me he centrado en conocer la isla a través de la bicicleta de enduro. Si esas bicicletas que te permiten pedalear hacia arriba pero bajar muy rápido por los senderos de tierra rojiza tan característicos de la isla portuguesa. Una sensación muy parecida la de bajar en bicicleta por las montañas, sin apenas tocar el freno, como la que siento cuando bajo con mis esquis por las montañas nevadas con nieve polvo. Es lo que le podríamos llamar el encontrar en flow. 

Madeira sería colores y contraste con un ambiente de turismo importante a nivel europeo, que atrae grandes cruceros a su pequeño puerto en la isla sur, pero a mi me ha llevado hasta allí conocer el ambiente de la bicicleta de enduro, muy extendida en España por los crecientes bike parks en los que se están reinventando las estaciones de esquí españolas al ya claro cambio climático que estamos viviendo. Pero no en el formato que requiere Madeira, la isla no tiene bikeparks, se sirve de la red de carreteras para remontar con furgonetas repletas de personas llegadas de todo el mundo, que cargan sus bicicletas, para sentir la adrenalina de bajar por las laderas de las montañas de la isla atlántica. Con grandes desniveles en escasos kilómetros, te permite vivir descensos largo y exigentes viendo el mar en el horizonte. Tendrá un símil con la sensación de esquiar viendo el mar. 

Durante el viaje he realizado pocas fotografías con el equipo de trabajo, simplemente he realizado imágenes mayoritariamente con la cámara del teléfono, para seguir con el proyecto “contar historias”. 

 

Todo el tiempo que le ganas de ganar al reloj, luego se lo tienes que devolver al regreso, así son los viaje al igual que las fotografías y los videos grabados, una vez regresas lo adecuado es seleccionar, editar y mostrar dicho contenido, que en ocasiones se nos acumula, si no fuera por herramientas como Lightroom que nos permiten importar, clasificar, editar y exportar de una forma ordenada. Si quieres saber cómo lo hago, revisa esta propuesta tal te pueda ayudar en tu proyecto de catalogación de imágenes.

Si lo que quieres es sentir Madeira en estado puro, con la bicicleta de enduro pronto habrá un nuevo viaje.

Espero tus comentarios, dudas, curiosidades o cualquier cosa que te interese sobre la creación de contenido audiovisual, fotografía, Val d’Aran o fotografía de acción. Repito cualquier duda que puedas tener, escríbeme.