02/22
Las montañas despiertan por los rojizos rayos de sol, las luces del valle van desapareciendo con la claridad del día y poco a poco la actividad en todo el valle aumenta.
Las colas que en el día de ayer caracterizaron la jornada, hoy apenas han sido visibles. Parece que los domingos, los seres humanos (tras quemar la adrenalina, en su primer día de esquí) afrontan la segunda jornada del día, con mayor tranquilidad.
Hay un grupo muy numeroso de esquiadores en la estación, que se hace notar por sus fluorescentes petos amarillos. Con un gran numero por delante y por detrás, como sí de una matrícula se tratara, los alumnos son tratados por los profesores (debidamente uniformados), como sí de unos objetos se trataras. Seguro, que es la mejor forma para gestionar a un grupo tan numeroso de personas, pero no deja de llamarme la atención. Esta aportación, no tiene segundadas intenciones, ni pretende molestar a nadie, solo mencionar la idea que me surge.
Al mismo tiempo en la estación, sigo viendo una «política» de gestión de los lugares que no se relacionan con el tipo de cliente de «esquí semana» que creo que no favorece a las nuevas tendencias de ski que se avecinan.
Las condiciones son más que favorables para la práctica de deportes, que requieran el «oro blanco» para su desarrollo. La climatología totalmente favorable, ayuda a unas buenas jornadas de la naturaleza.